El portón (con accionamiento eléctrico), deja un espacio bastante extenso, lo que facilita meter enseres grandes, más allá de que el piso no está enrasado con el borde y sacarlos es algo más difícil. Está rematado apropiadamente y no faltan perchas o ganchos para sostener la carga. Haber empleado la interfaz que emplean los compactos del grupo no significa que no tenga una destacable capacidad de maletero, una de las máximas de la marca. En anchura, es algo justo para tres ocupantes, lo frecuente en el segmento, casi impracticable la central cuando pones 2 sillas infantiles, como es mi caso. El asiento delantero asimismo tiene anclajes Isofix y no faltan salidas para los aireadores y dos tomas USB-C.
Para descubrirlo hemos elegido la configuración más alta de gama, un Skoda Scala con el nivel de terminación Montecarlo, con una imagen exterior más dinámica y un interior de formato mucho más deportivo y el motor mucho más potente, el 1.5 TSI de 150 CV con cambio DSG. La gama del Skoda Scala cuenta con 4 acabados diferentes, llamados Active, Ambition, Style y Monte Carlo. Desde el mucho más básico, el modelo incluye ya de serie aire acondicionado, volante forrado en cuero, equipo de audio de cuatro altavoces, elevalunas delanteros, acceso sin llave o faros LED.
Además viene con un sistema de desconexión de cilindros que nos hace ir con sólo 2 de ellos quemando gasolina es situaciones de baja carga. El sistema está realmente bien, o es nada nuevo ya que ahora lo incorporaba Mercedes Benz en sus V12 de hace veinte años pero cada vez se va dulcificando mucho más y prácticamente solo te enteras de que vas con medio motor por la indicación del cuadro. Por el hecho de que con este coche se me han dado múltiples situaciones en las que no me ha satisfecho del todo. Por poner un ejemplo, ir rodando a baja agilidad (40-50 km/h) para incorporarme a una vía primordial tras un ceda el paso con mucha visibilidad y descubrir “la nada” bajo mi pie derecho cuando he amado ofrecer gas de forma destacable y ingresar con ritmo. ElSkoda Scala no es el modelo más llamativo -por diseño- de su segmento, y tampoco es un modelo que destaque especialmente por su comportamiento dinámico. No obstante, gana todos los puntos en el equilibrio en la relación calidad / precio, donde pocas opciones tienen la posibilidad de igualar su oferta.
Interior
En todos y cada uno de los ámbitos nos sorprendió y gustado por igual su bajo consumo de carburante. Y qué decir de la aptitud de carga…En este punto, ninguna de las elecciones se aproxima a los 467 litros del Scala, y casi todas se quedan bajo los 400 litros. El Mégane cubica 384, el León, 380 en una gran parte de sus ediciones, y únicamente el Fiat Tipo puede presumir de unos nada desdeñables 440 litros.
Eso sí, si ahondas un poco no puedes eludir toparte con elementos a prosperar, como el techo, el revestimiento del pilar A o los plásticos que están en la región baja del salpicadero y las puertas. Este motor de 4 tubos distribución a las ruedas delanteras sus 150 CV de potencia entre las 5.000 y las 6.000 rpm, con un par máximo de 250 Nm disponibles entre las 1.500 y 3.000 rpm. Las posibilidades no están nada mal, pues es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 8,2 segundos y alcanzar 219 km/h de agilidad punta.
Circulando Por Ciudad
Este motor, evolución del 1.4 TSI también dispone de la desconexión de cilindros ACT, permitiendo que en instantes puntuales con poca carga de acelerador el motor ande solo en modo de 2 cilindros, ahorrando en comburente y emitiendo inferiores emisiones nocivas. El nuevo Skoda Scala, sustituto del previo Spaceback, se presenta con un óptimo ramillete de garantías para competir en el segmento C de los sólidos. A pesar de su suspensión deportiva, el Scala es cómodo en cualquier circunstancia. La pantalla multimedia es muy visible y su manejo, sencillísimo.
Tan sólo en el cuadro de instrumentos aparece un indicador que nos comunica. Para sacar el máximo beneficio a este sistema hay que ser realmente sensible con el pedal del acelerador y conducir aprovechando las inercias que se desarrollan en los descensos. En estas circunstancias se realizará la desconexión sin que el conductor deba efectuar ningún ajuste. Con solo alzar el pie del acelerador el sistema actúa. Además si se pisa con suavidad en ciertas situaciones es viable mantener este modo de conducción.
Habíamos conducido el Skoda Scala un par de días en rutas croatas a lo largo de su presentación, hace ya más de dos años. Entonces las opiniones ya eran más que buenas pero siempre y en todo momento preferimos pasar mucho más km con el coche para poder ver si realmente es de este modo. En honor a la verdad, no cambian radicalmente el tono del turismo, pero sí ayudan a enfatizar ese tacto deportivo que puede buscar el comprador que escoja este acabado. No es tan ágil como un Golf , pero en curva tampoco se notan bastantes balanceos. La dirección se expone precisa, más allá de que, como es habitual en estos momentos, comunica más bien poco.
Conseguimos un consumo de 6,2 litros a los 100km de media total, un consumo propio de motores eficientes. La velocidad máxima según ficha técnica es de 219 Km. La aptitud de restauración del Scala dotado de este pequeño propulsor es muy buena, disponemos de capacidad desde muy bajas vueltas, la aparición del soplido del turbocompresor que hace entrada sobre las 1500 rpm hasta el corte de revoluciones nos permite sacarle todo el potencial.
La marca checa satisface las necesidades de numerosos consumidores. Al fin, la variante mucho más prestacional del Skoda Scala, el cuatro cilindros de gasolina con 150 CV, recibe la caja de cambios manual. Deja ahorrarnos un “buen pico” respecto al DSG. Las plazas de atrás, como buen coche de la marca del punky y la flecha (a mí es lo que me semeja su logotipo) resultan previsiblemente gigantes.
Eléctrico, Recorre Más De 1200 Km Con Una Carga
Los acabados del Skoda Scala en general son adecuados, mayor a los del previo Seat León, no comparable aun a los de Volkswagen. El homologado nos comunica que aun podíamos haber bajado un poco más, 5 litros a los 100km. Consumos muy bajos en este género de vías, el nuestro se situó en 6 litros a los 100km. De la misma en el caso de los reposacabezas el Skoda Scala viene provisto de 5 cinturones de tres puntos de anclajes, tipo estándar. El Skoda Scala homologa cinco plazas disponibles con sus que corresponden reposacabezas. Los delanteros no son regulables en altura y también inclinación.
El frente es muy Skoda, con enorme presencia de la parrilla, faros en paralelogramo y antinieblas integrados en un gran paragolpes envolvente. Son 4.362 mm de longitud (apenas 6 mm de diferencia respecto a un Seat León), de los que 2.649 corresponden a su distancia entre ejes. Otras cotas son los 1.793 mm de ancho y los 1.471 mm de altura. Y sucede que más allá de que la firma checa tenga como estrella de su catálogo y enorme referente en ventas a un compacto, el Skoda Octavia, en Europa las carrocerías de cinco puertas siempre y en todo momento han sido mucho más populares. Y si bien el Spaceback no estaba mal, no era comparable a un Seat León o un Peugeot 308, por refererir 2 referentes.